La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) se convertirá en breve en la segunda institución educativa latinoamericana en aplicar el examen oficial estandarizado que certifica el nivel de conocimiento del idioma chino mandarín.
Será el sábado 23 de este mes cuando 24 estudiantes del Instituto Confucio de la UADY presenten el examen nivel uno. Posteriormente, en julio próximo, sed aplicarán pruebas similares pero a estudiantes de niveles avanzados.
Antes de hacer oficial esta información la UNAM era la única institución en la región latinoamericana que estaba capacitada para organizar la prueba, dijo Pamela Cristales Ancona, del Instituto Confucio de la UADY.
Explicó que solo aprobando el examen los estudiantes –en este caso yucatecos- pueden ingresar a las universidades de la República Popular China.
Asimismo, agregó, es el único procedimiento reconocido internacionalmente por instituciones, organismos y empresas que requieren el dominio del chino para sus actividades cotidianas.
Además de la certificación del conocimiento del mandarín el examen es fundamental para concursar por becas otorgadas por el gobierno chino al través de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, agregó.
El examen de certificación iniciará a las 8:30 horas en las instalaciones de la Biblioteca del Campus de Ciencias Sociales de la UADY.
Por otra parte, dio a conocer que el lunes 25 de enero se clausurarán los cursos correspondientes al periodo noviembre 2009-enero 2010. Participarán los estudiantes de todos los niveles, apuntó.
La ceremonia, con representaciones artísticas y culturales de China, iniciará a las 18 horas en el auditorio Manuel Cepeda Peraza del edificio central de la UADY.
Después, el 7 de febrero, en el patio del edificio central de la UADY se realizará, como ya es tradición, la IV Expo Conoce China.
Invitamos al público para que asista y conozca sobre la cultura china y la magia del Oriente –adelantó-. Habrá diversos eventos relacionados con la cultura, tradiciones y geografía de la República Popular China.
Cristales Ancona concluyó informando del inicio de nuevos cursos, el 22 de febrero, de lunes a viernes en horarios matutino y vespertino. Los cursos, con varios niveles, se realizarán durante 12 semanas, comentó.
----Taller sobre Producción Social del Hábitat
Mérida crece con base en la especulación financiera, dejando como resultado terrenos baldíos y servicios públicos desperdiciados, dijo Enrique Ortiz Flores, coordinador de proyectos de la Oficina Regional para América Latina de la Coalición Internacional para el Hábitat.
La capital yucateca registra una producción mercantil desmedida de casas sin considerar aspectos sociales, culturales y ecológicos que afectan la economía y el bienestar de los ciudadanos, advirtió.
Ortiz Flores fue entrevistado en el marco de un el taller que, sobre Producción Social del Hábitat, organizó la Facultad de Arquitectura de la UADY. La coordinación del evento estuvo a cargo de María Elena Torres Pérez, académica del plantel.
Los grandes proyectos como las macro plazas y los fraccionamientos dejan vacíos y sectores con terrenos abandonados donde se invierte en servicios públicos y son subutilizados, explicó el profesional.
Estos proyectos –aseveró- se deben a que los empresarios ven en Mérida un paraíso para la especulación, y a la vivienda como mercancía.
En la entrevista afirmó que en la Producción Social del Hábitat debe participar la comunidad con la finalidad de construir una ciudadanía activa y responsable de su entorno.
La gestión del desarrollo de la vivienda en Mérida no corresponde solamente a los políticos, también es responsabilidad de los habitantes –expresó, y añadió que los encargados de los proyectos deben considerar a la comunidad, buscando crecimiento racional.
No solo es edificar grandes conjuntos de vivienda, hay que construir comunidades, ciudadanía y viabilidad ecológica; toda una concepción integral del hábitat, puntualizó.
Otro participante del taller, Jorge Andrade Narváez, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, comentó que la difícil situación económica obliga a las autoridades y sectores sociales a mejorar las condiciones de vivienda para que las familias tengan una casa acorde a sus necesidades.
Los responsables de los programas de vivienda tienen que salir a campo, trabajar en las comunidades; observar y analizar el entorno, conocer realidades, y no decidir en un escritorio, subrayó.
La responsabilidad de las autoridades es utilizar los recursos financieros pertinentemente, buscando incidir en los problemas de las comunidades, de esta forma, habrá mejores resultados, añadió.
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