Boletín Informativo 12 de diciembre de 2009

¿Qué sucedió antes del esplendor de Chichén Itzá?


Para saber lo que pasó antes del esplendor de Chichén Itzá, un grupo de académicos de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) realizan el primer gran estudio sistemático del periodo Clásico Tardío en la zona arqueológica de 30 kilómetros cuadrados.

En apenas once meses, de febrero pasado a la fecha, el trabajo de un equipo multidisciplinario de especialistas en arqueología, bioarqueología y arqueología subacuática, arroja buenos resultados.

Entre otras cosas se han mapeado 115 hectáreas y registrado en este terreno 350 nuevas estructuras arquitectónicas, una decena de calzadas, 10 cenotes de los cuales tres son objeto de estudio y restos óseos en contextos cerrados.

Rafael Cobos Palma, director del proyecto Chichén Itzá, estudio de la comunidad Clásico Tardío 600-900 dC., afirma que para la investigación se cuenta con apoyo del Rector de la UADY, la Directora de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la institución, el INAH a través de su Consejo Nacional de Arqueología y CULTUR, dependencia del gobierno estatal.

Con un presupuesto de 3 millones de pesos los académicos de la UADY tratan de descifrar lo que pasó antes del esplender de Chichén Itzá, cosa que se registró entre los siglos X y XI.

Para el mapeo de la zona, además de Cobos Palma, trabajan Mauricio Germon Roche y Rodolfo Canto Carrillo. Para el análisis de restos humanos y de animales el proyecto cuenta con Vera Tiesler, Andrea Cucina y Christopher Götz.

Los cenotes, una de las riquezas naturales del sitio arqueológico, son estudiados por Guillermo de Anda Alanís. El proyecto también incluye a Lilia Fernández Souza y Socorro Jiménez Álvarez.

En los últimos 100 años de investigaciones en la zona arqueológica de Chichén Itzá se ha documentado su florecimiento entre los siglos X y XI, pero se desconoce, hasta el momento, las características del lugar antes de 900 dC., remarcó Cobos Palma.

La investigación, que entró en receso este diciembre, pero se reactiva en los primeros meses de 2010, tiene como propósito general estudiar a la sociedad, la economía, la política y la ideología de quienes habitaron este lugar antes de su máximo esplendor.

En particular el estudio busca obtener datos consistentes en cerámica, arquitectura, escultura, restos esqueléticos se seres humanos y de animales y con esto explicar lo que ocurrió a la civilización del llamado símbolo de la cultura maya.

Cobos Palma recordó de mapeos del lugar realizados en 1920 y 1990. Para el trabajo los investigadores cuentan con sofisticados equipos tecnológicos como el teodolito láser o estaciones totales y sistema GPS, facilitando el trabajo.

Con los estudios realizados hasta el momento dos cosas han quedado claro. Primero que el Juego de Pelota fue la última gran obra arquitectónica del esplendor de la cultura maya y los cenotes en la periferia muestran la misma actividad ritual que el Sagrado, situado en la Gran Nivelación.

Las 350 nuevas estructuras registradas en apenas once meses superan los estudios de 1920 y de 1990 cuando, en un mayor tiempo, se logró la ubicación de 275 y 500 estructuras de la zona arqueológica, precisó el académico de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Rodolfo Canto Carrillo, otro académico participantes del proyecto, recordó que en 2008 se encontró un pequeño juego de pelota, similar al que está en la gran nivelación, lo cual hace suponer de existencia de más lugares como este.

Lo cierto es que Chichén Itzá ocupa un territorio más amplio de lo considerado hasta este momento, añadió. La conferencia de prensa para dar a conocer los avances de esta investigación se realizó este sábado en el Salón del Consejo de las UADY.

Marco Antonio Cortez Navarrete Abelardo Pérez Caballero








‏-----La UADY busca retener a trabajadores
comprometidos con el desarrollo.


La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) tiene un futuro claro y un proyecto definido para sus trabajadores, afirmó Carlos Aznar Denis, secretario general de la asociación de personal académico, en la firma del contrato colectivo de trabajo 2010-2011, UADY-APAUADY.

Mediante este acuerdo, firmado este martes en la Rectoría de la Universidad, se otorgó a 1,800 académicos, aproximadamente, un incremento directo al salario del 4% y del 2.5% en prestaciones, con vigencia a partir del uno de enero pasado.

Esto muestra que es posible concretar acuerdos en beneficio de la institución y sus trabajadores, aseguró Aznar Denis al signar el documento en presencia de autoridades universitarias y del comité directivo y delegados de la asociación.

Manuel Escoffié Aguilar, director general de Administración y Desarrollo de Personal, dio a conocer que como parte del convenio se incrementaron los estímulos al personal que permanece en la universidad después de 30 años de servicio.

Este beneficio consiste en un incremento del 10% al 30% sobre el salario tabulado, y el 1.33% por año hasta llegar al 50%.

En este renglón se incluye también a los agremiados de la Asociación Única de Trabajadores Administrativos y Manuales (AUTAMUADY) con los cuales se firmó un contrato similar el 28 de diciembre pasado.

Con este convenio queremos retener a los trabajadores comprometidos con el desarrollo, a los que dan el extra y tienen la experiencia y madurez para dar más y hacer la diferencia, aseveró Alfredo Dájer Abimerhi, rector de la casa de estudios.

El contrato colectivo UADY-APAUADY sigue construyendo una institución fuerte, sólida, viable y ejemplo nacional, enfatizó.

El rector destacó el trato cordial y con institucionalidad, pensando siempre en las mejores condiciones para las partes y cuidando la viabilidad de la casa de estudios.

El objetivo es tener una universidad académicamente fuerte y preocupada en la atención, promoción y bienestar y desarrollo personal y profesional de los trabajadores, puntualizó.

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